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LA DONCELLA

La mujer propiamente dicha, intuitiva, dual, mujer joven aún inconsciente del poder de lo femenino. Todo en ella es fertilidad. Insinúa la gestación de algo que aún no tiene forma pero ya se intuye. 

A veces esta mujer está desbordada por la furia. Las graves pérdidas de poder, faltas de respeto, malos tratos, abandonos, nos llevan a dudar de nuestro valor como seres dignos de atención y respeto por parte de los demás, y son estos los que originan desde la infancia nuestra cólera. Tenemos que usar la cólera como fuerza creativa para cambiar el mundo.

LA MADRE

La Madre o La Emperatriz es la mujer creadora. Se relaciona con la tierra que da fruto. Es la mujer en su mediana edad, ya más consciente del poder de lo femenino, en concreto con la función de dar vida, que pueden ser tanto hijos biológicos como creaciones, arte, música, ideas, proyectos.

La Madre es la mujer que usó su cólera para crear.

 LA ANCIANA

La Anciana es temida, respetada, sabia, clarividente, capaz de ver pasado, presente y futuro.

Sabe que la lucha debe ser sin cólera, con dignidad, con sabiduría y con la justa furia. Es la Vieja Curandera que sabe que debe perdonar. El perdón es una decisión consciente de dejar de guardar rencor, y querer tomar represalias.

¿Cuándo y qué perdonar? La mujer decide. ¿Cuándo saber que hemos perdonado? No esperamos nada, somos libres de ir donde queramos, y estamos en paz.

Ilustraciones por Rosario Mena (@rosariomenaa)