Newsletter Julio 2025

MUJERES EN MOVIMIENTO

 

ANIVERSARIO MALI

7 AÑOS DE ESTE PRECIOSA COMUNIDAD

Siete años en movimiento.
Y no se nos ocurrió mejor forma de celebrarlo que corriendo juntas.
Desde nuestra tienda, subiendo el cerro, respirando profundo,
y terminando con empanadas, sorteos, regalos y abrazos.

Gracias a las que han estado desde el primer paso,
y a las que se han ido sumando con los años.
Gracias por ayudarnos a crecer, a crear, a creer.

Siete años de comunidad, de lanzamientos, de caídas y de nuevos comienzos.
De fotos con amigas, de ferias, de yoga, de playa, de nieve.
De abrir tiendas, cerrar ciclos, y seguir soñando.

Este fue un aniversario con todo lo que somos:
cuerpo en movimiento, alma compartida, y una comunidad que empuja siempre hacia adelante.

FORASTERAS

BY CAMILA Y TERE (@FORASTERASTRAVEL)

 

La medicina del silencio.


No suena el teléfono. No llegan mensajes. Nadie te está buscando. Solo el viento entre los árboles, el crujido de la tierra, y tú.

Estar sin conexión parece fácil hasta que lo haces. Nos fuimos a la montaña con una idea romántica. Nieve, naturaleza, deporte y pausa. Lo que no sabíamos era que el primer enemigo a enfrentar no iba a ser el frío ni el viento, sino el impulso de revisar el celular cada cinco minutos.

La desintoxicación digital empieza con incomodidad. Una especie de vacío. ¿Qué pasa si me pierdo algo? ¿Si alguien me escribe? ¿Si hay noticias importantes? Pero la verdad es que no pasa nada.. O mejor dicho, todo pasa… pero adentro.

Los primeros días, el cuerpo entra en una especie de abstinencia. Se estiran los dedos como por reflejo. Se busca la pantalla. Te das cuenta de cuántas veces al día escapas del aburrimiento, del silencio y de ti misma.

Y entonces, cuando ya no hay escape, aparece el presente. Ahí estás. En medio del bosque, con frío en la cara y un montón de pensamientos sin distracciones. Y sí, al principio asusta. Pero después se siente alivio. Empiezas a notar cosas cómo tu respiración, cómo caminas, cómo piensas cuando nadie te interrumpe. Recuperas tu ritmo interno. Tu voz vuelve a sonar fuerte y el silencio se transforma en un lugar habitable, incluso cómodo. Te das cuenta de que no necesitas saber todo lo que pasa allá afuera y que puedes vivir sin el scroll infinito, sin la comparación constante y sin estar al tanto de todo.

Estar hiperconectadas no siempre es estar comunicadas. A veces, es lo contrario, es más bien estímulo constante que no deja pensar, ni sentir, ni estar. La pausa digital te devuelve lo que te roban las pantallas, el foco, la atención y intimidad.

No se trata de irse a la montaña para siempre. Ni de renunciar a la tecnología. Se trata de recordar que hay otra forma de habitar el tiempo, donde no reaccionas a todo, donde eliges qué ver, a quién escuchar, y sobre todo, cuándo estar en silencio.

Volvimos después de unos días sin señal, con algo más de claridad. Con ganas de no llenar todos los espacios y con el deseo de estar un poco menos disponibles, pero mucho más presentes.


¿Y tú?

¿Cuándo fue la última vez que apagaste todo para escucharte de verdad?


 

COSMIC

 

MALI X LA CONSTELADORA FAMILIAR

Josefa León Olivos

Mi alma se movió primero

Por Daniela Morel @danielamorelb Autora de Meditar en medio del Caos. 

Hay movimientos que vienen del alma. Que no se piensan, ni se planean. Estos movimientos se sienten. Creo profundamente que cada vez que una mujer se mueve hacia si misma, algo en el mundo se ordena con ella. Para mi una constelación familiar es eso, avanzar hacia el movimiento necesario para habitar un orden más coherente con lo que el alma de quien constela necesita.

Cuando tenía 14 años fui a mi primera constelación familiar. Para ese entonces no entendía muy bien que me pasaba, había algo en mi interior que pedía con fuerza un cambio, pero no tenía las herramientas para canalizarlo. En la primera constelación se abrió un camino de transformación muy profundo que hasta hoy no ha dejado de moverse. Empecé a ir mensualmente a constelaciones por años, hasta que un día mi terapeuta pasó a ser mi maestro y estuve casi 2 años formándome como consteladora familiar.

Desde entonces, el movimiento ha sido mi forma de regresar a mí: moverme hacia mis raíces, hacia mis memorias, hacia todo lo que me habita. 

Complementando las constelaciones, me titulé en ingeniería comercial, me lancé como terapeuta en plena pandemia y hoy estudio psicología para especializarme en trauma transgeneracional. Y aunque mi camino ha tenido muchos giros, lo que me ha guiado siempre es la certeza de que cada vez que me elijo, ordeno algo adentro. Integro una nueva versión de mí y suelto otra que ya cumplió su ciclo.

Porque eso es lo más desafiante del movimiento hacia una misma: para avanzar, muchas veces hay que soltar aquello que nos hizo sentir seguras. Como una postura incómoda de yoga. Como escalar una ruta más expuesta. Como decirse la verdad en voz alta.

Mi propósito no es solo acompañar procesos individuales, sino crear accesibilidad real al bienestar emocional. Porque en Chile, muchas personas siguen sin poder llegar a estos espacios. Creo contenido gratuito, espacios abiertos, recursos que puedan sembrar movimiento allí donde más se necesita.

Y lo más importante: no camino sola. Soy parte de una comunidad de mujeres que se eligen, que se sostienen, que se transforman. Ser parte de Mujeres en Movimiento es honrar esa red viva, ese impulso colectivo que nos recuerda que el mundo cambia cuando nos atrevemos a hacerlo diferente.

 

Josefa León Olivos

Terapeuta Sistémica – Consteladora Familiar – Mujer en movimiento